Llevamos ya muchos años hablando de la importancia de que nuestras intervenciones estén centradas en y se articulen en torno a las familias. Sin embargo, muchas veces, este imperativo se traduce únicamente en abrir las puertas de la sala de intervención y dejar observar a las familias cómo un profesional trabaja con su hijo o hija. Incluso, cuando hay un esfuerzo más explícito por hacer partícipes a las familias, podemos encontrarnos muchas limitaciones para trasladar la información de profesionales a padres y madres, y que estos sean capaces de llevar de manera efectiva los consejos a su vida cotidiana. Aun cuando el especialista trabaja en el hogar del niño o niña, muchas veces siente que no termina de ser eficaz a la hora de empoderar a las familias.
Como sabéis, PACT es una metodología que se diseñó para ser implementada en el hogar y en todos los entornos naturales del niño o niña con desafíos de la comunicación social por sus familiares más directos: madres, padres, cuidadores. Y una de sus características fundamentales es su alta eficacia para conseguir cambios en los familiares responsables de la intervención, que de manera muy natural y casi sin darse cuenta, incorporan herramientas y habilidades muy efectivas para estimular el vínculo y el desarrollo en su niño o niña. Todo ello, con bajos niveles de estrés y alta percepción de autoeficacia.
Para conocer más argumentos a favor de los enfoques centrados en la familia, puedes consultar este artículo: